Alimentos con gluten

El gluten es una proteína vegetal que proviene de forma natural de cereales como el trigo, el centeno, la cebada o la espelta. Gracias a sus propiedades elásticas también se utiliza para la preparación de comidas precocinadas y salsas. Sin embargo, a pesar de su utilización masiva, en los últimos años se están incrementando los trastornos derivados de su consumo.

¿A qué se deben las sensibilidades e intolerancias al gluten, si es un producto que se ha consumido a lo largo de miles de años? ¿Cuáles son los síntomas para detectar que no lo procesamos bien? ¿Es realmente más sana una dieta sin gluten?

El gluten está compuesto por gliadina y gluteina, y es un elemento que actúa como emulgente y gelificante, otorgando a los alimentos elasticidad y esponjosidad gracias a que liga las moléculas de agua. Es por ello que se emplea tanto en la industria alimentaria para la fabricación de diferentes comestibles: panes, galletas, harinas, pasta, pizza, bollería, snacks salados y dulces, embutidos, gominolas, cremas de untar, salsas… A pesar de ser un componente que se extrae de los cereales de forma natural, la continua hibridación y desarrollo de los alimentos transgénicos ha potenciado su concentración, por lo que la cantidad de gluten que se encuentra hoy en día en los alimentos es mayor a la que encontraban nuestros antepasados.

Las dificultades de las personas para procesar el gluten se pueden deber a diferentes causas:

  • Alergia al trigo: alteraciones de carácter respiratorio, nervioso o eruptivo que se producen en el sistema inmunológico por una excesiva sensibilidad a este producto. No es consecuencia directa de la ingesta de gluten, sino del consumo concreto del trigo, por lo que comer otro tipo de cereales no tiene por qué ser dañino para el organismo.
  • Celiaquía: es una enfermedad autoinmune que afecta a la mucosa del intestino delgado, atrofiando sus vellosidades e impidiendo la correcta absorción los nutrientes. Es crónica, por lo que las personas celíacas deben seguir de por vida una dieta sin gluten para evitar consecuencias más graves en el resto del organismo. Se cree que el 1% de la población es celíaca, aunque los especialistas indican que la gran mayoría está sin diagnosticar. Los síntomas pueden ser pérdida de peso, anemia, irritabilidad o dermatitis.
  • Sensibilidad al gluten: es la más difícil de detectar, ya que los síntomas son muy parecidos a los de la enfermedad celíaca pero no existen pruebas analíticas concretas para diagnosticarla. A pesar de ser causante de diferentes trastornos digestivos, como inflamación abdominal y pesadez, se caracteriza por manifestarse de muchas más formas: dolor de cabeza o muscular, Fibromialgia, cansancio permanente, ansiedad, depresión, etc.

Se cree que la sensibilidad al gluten de tipo no celíaco, a pesar de ser la alteración inmunológica más difícil de diagnosticar, es la más extendida en la población. Se estima que alrededor del 6% de la población padece sensibilidad al gluten, aunque ese porcentaje varía según la fuente. Si bien es cierto que su detección se basa en el seguimiento de los síntomas, también se puede determinar esta incidencia con un sencillo test de Kinesiología y el sencillo test de harinas de Restauración Bioenergética.

Las personas con intolerancia y sensibilidad al gluten deben evitar alimentos como: trigo, cebada, centeno, centeno blanco, espelta, grano de espelta verde, escanda menor, kamut, triticale, avena (a pesar de que la avena pura no contiene gluten, se suele contaminar en los procesos de producción y por eso llega con trazas al mercado), además de los alimentos elaborados con estos cereales (pan, harina, sémola, pasta) y los productos industriales que contienen gluten porque ayuda a darles textura (bollería y pastelería, helados, chocolate, cerveza, paté, queso, embutido, pizza, conservas en lata…).

En los últimos años han proliferado las dietas sin gluten como una opción saludable y equilibrada, y se ha extendido la falsa creencia de que eliminar el gluten de nuestro consumo favorece la pérdida de peso. Es cierto que al ingerir alimentos sin gluten se puede sentir menos hinchazón y pesadez, pero eso no es sinónimo de estar adelgazando. Además, hay muchos alimentos sin gluten que, al no poder servirse de esta proteína, son producidos con más grasas y azúcares para mejorar su textura.

Lo ideal es sustituir los cereales antes mencionados por otros que no contengan gluten, para así suplir el aporte de hidratos de carbono  y no tener carencias alimentarias. Algunos de estos cereales aptos para celíacos y sensibles al gluten son:

  • Maíz: aporta vitamina C. Hay que tener cuidado con él, ya que hay algunas personas que también desarrollan intolerancia.
  • Trigo sarraceno: además de poseer un sabor a frutos secos, es antiinflamatorio.
  • Quinoa: se la conoce como “semilla madre”, posee alrededor del 15% de proteína y está considerada por la FAO como alimento del futuro.
  • Mijo: es beneficioso para el cerebro gracias a su contenido en lecitina, magnesio y fósforo.
  • Arroz integral: contiene, además de vitaminas del grupo B y vitamina E, más fibra que el arroz blanco, por lo que reduce su índice glucémico.
  • Teff: rico en fibra, sus hidratos de carbono son de liberación lenta (lo que se traduce en mayor aporte de energía) y es una fuente de minerales (calcio, magnesio, hierro, potasio, etc.).
  • Sorgo: es similar al maíz, aunque presenta menos hidratos de carbono (y, por tanto, menor aporte calórico) pero escaso aporte de grasas y alto número de proteínas.
  • Amaranto: tiene gran cantidad de proteínas, hierro y calcio. Es especialmente recomendable para embarazadas gracias a su alto contenido en ácido fólico.
  • Avena pura: la avena no contiene gluten de por sí, pero suele contaminarse en los procesos de producción y llegar al mercado con trazas. Por ello, es importante buscar la certificación de que está libre de gluten.
Alternativas al gluten

En Clínica Hélix, a través de la Restauración Bioenergética y con nuestros test de filtros, podemos analizar esta patología para mejorar sus síntomas. Si crees que puedes tener alguna intolerancia o sensibilidad de éste u otros tipos ¡podemos ayudarte!

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