LESIONES: ¿APLICAR FRÍO O CALOR?
Tras sufrir una lesión suele ser recomendable aplicar frío y/o calor en la zona afectada, especialmente con la finalidad de aliviar el dolor. Aquí os dejamos unas claves sobre cuándo es mejor administrar uno u otro recurso térmico:
👉 El primer punto a tener en cuenta es que ya se elija aplicar frío o calor en una zona dolorida, nunca ha de hacerse de forma directa sobre la piel, ya que ambos métodos podrían causar quemaduras. Es importante revisar la parte que se está tratando cada pocos minutos para asegurarnos que no estamos infringiendo ningún daño a causa del cambio de temperatura.
🥶 FRÍO: Si la lesión es causada por un golpe, luxación, esguince o caída, especialmente cuando exista hinchazón, es recomendable aplicar frío en la zona, lo que nos ayudará a paliar el dolor y reducir la hinchazón.
🥵 CALOR: Para reducir dolores articulares, musculares y, en general, aquellas lesiones que no conllevan hinchazón (contracturas, sobrecargas, dolores de espalda, etc.) y son más susceptibles de un dolor más prolongado, es recomendable aplicar calor, ya que el efecto sedante es más duradero.
🥶🥵 En la mayoría de lesiones que provocan inflamación, suele recomendarse la aplicación de frío durante las primeras 48-72 horas (para bajar la hinchazón) y posteriormente calor.
❗ Recuerda que estas claves son recomendaciones para daños leves y que siempre que se dude de la magnitud de la lesión es imprescindible acudir a un profesional sanitario.
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