¿Alguna vez te has preguntado cómo puedes contribuir desde la alimentación a mejorar el dolor de tus articulaciones?

A continuación de damos algunos consejos sobre qué alimentos pueden ayudarte a que tu cuerpo esté mejor nutrido y se recupere mejor.

 

Debido a la complejidad articular de las rodillas -formadas por huesos, tendones, músculos, ligamentos y líquidos-, cualquier deterioro en sus componentes favorece la aparición del dolor, independientemente de la edad.

Por este motivo, es muy importante consumir alimentos que nos aporten los nutrientes necesarios para mantener nuestras rodillas fuertes y sanas.

 

– Al menos dos litros de AGUA 🥤 para mantener hidratadas las articulaciones y los cartílagos.

CALCIO 🍶 para mantener la densidad ósea: lácteos, leches vegetales, pescados azules, legumbres (soja, frijoles, garbanzos), frutos secos (almendras, avellanas), brócoli, col rizada, sésamo.

– El PESCADO AZUL 🐟 es recomendable no sólo por su aporte de calcio, sino por sus propiedades antiinflamatorias: sardina, trucha, jurel, caballa, bonito, atún, salmón, rodaballo, arenque, cazón, boquerón, anchoa.

– El COLÁGENO 🍮 es el componente principal de cartílagos y tendones, por lo que es imprescindible su inclusión en nuestra dieta: gelatina, carne magra (especialmente de conejo, pavo y pollo), huevos, pescado azul, frutos secos, limón, cebolla, pimientos, tomates, fresas.

– Entre las múltiples propiedades la VITAMINA C 🍊, resaltan sus cualidades antioxidantes y su contribución para sintetizar el colágeno: naranjas, kiwis, perejil, albahaca, pimiento rojo, brócoli, uvas, fresas.

– Los ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3  ayudan a prevenir la aparición de artrosis: vegetales de hoja verde, aceites vegetales (especialmente el aceite de oliva), crema de cacahuete, semillas, pescado azul, marisco, frutos secos, aguacate.

– La LISINA es un aminoácido que nuestro organismo no es capaz de producir por sí mismo, y resulta esencial porque sirve para regenerar los cartílagos: lácteos, legumbres, soja, frutos secos.

– El MAGNESIO es muy importante por diferentes motivos, entre los cuales destaca su apoyo en la formación de masa ósea y en la regulación muscular: plátano, maíz blanco, quinoa, pistachos, cacahuetes, almendras, sésamo, caracoles, chocolate negro, cilantro, hierbabuena, cebollino.

– El FLÚOR no sólo previene la caries, sino que también sirve para la formación y mantenimiento de los huesos y ayuda a tratar la osteoporosis y solidificar los huesos: espinacas, lechugas, soja, té, café, pescados y mariscos.

– El FÓSFORO es un mineral que se encuentra en todas las células de nuestro organismo, y tiene un papel imprescindible en la formación y desarrollo de nuestros huesos, así como en la conservación de células y tejidos: lentejas, garbanzos, lácteos, brócoli, nueces, zanahorias.

 

En definitiva, para mantener unas rodillas fuertes y sanas, y mitigar el dolor cuando exista, es imprescindible incluir en nuestra dieta lácteos, pescados azules y mariscos, verduras de hoja verde, frutas ácidas, frutos secos y legumbres. Sobra aclarar que todos estos alimentos son la base de una dieta sana y equilibrada, recomendable para cualquier persona a cualquier edad.

 

Si ya haces todo esto y no es suficiente, quizá te venga bien añadir ejercicios para fortalecer de la musculatura que ayuden a disminuir la carga sobre huesos y ligamentos.

Antes de machacarte en el gimnasio es aconsejable consultar con un fisioterapeuta que analice tu problema y pueda aconsejarte acerca de qué ejercicios puedes o debes hacer y cuáles no te vienen bien para ese dolor.

¡Estamos a tu entera disposición!